La sociedad europea llegaba a aquel verano de 1940 inmersa en un ambiente de tensiones bélicas; la Segunda Guerra Mundial llevaba ya varios meses asolando la geografía del Viejo Continente. Mientras tanto, España salía, poco a poco, de aquella guerra civil terminada oficialmente en 1939, la cual tocó de manera profunda a sus ciudadanos y al Estado; un conflicto interno que no sólo transformó a los de la península ibérica, sino que también tuvo repercusiones internacionales que marcaron por esos años a Francia y para siempre a México con el dramático caso de los exiliados españoles.

Cadete defensor del Castillo de Chapultepec en 1847, estudiante de la Academia de San Carlos, arquitecto becado en Europa e ingeniero, Ramón Rodríguez Arangoiti (o Arangoity) fue autor de obras como la iglesia de San José Iturbide en Guanajuato y del proyecto de la catedral de Toluca, además de participar en la remodelación del alcázar de Chapultepec y diseñar las llamadas “Escaleras de Carlota” y el Obelisco a los Niños Héroes.