Las investigaciones de la Procuraduría General de la República sobre Zhenli Ye Gon tienen ramificaciones inquietantes: uno de los principales facilitadores del contrabando de seudoefedrina habría sido José Guzmán Montalvo, quien sorteó graves acusaciones de corrupción y tráfico de influencias gracias al firme respaldo del secretario de Hacienda foxista, Francisco Gil Díaz.

La confrontación del gobierno mexicano con Zhenli Ye Gon tomó cauce jurídico, pero se complica en vez de aclararse: por un lado el gobierno de Felipe Calderón se hace bolas con la petición de detener al empresario en Estados Unidos e intenta contraatacar legalmente; por otro, los abogados de Ye Gon buscan exhibir mediante un show mediático a las autoridades mexicanas por lo que consideran un caso de corrupción electoral.

Carlos Abascal Carranza, secretario general adjunto del Partido Acción Nacional (PAN), repudiaba en su juventud –y con algunos matices aún lo hace en su madurez– la democracia: "Es una farsa de la que se ha servido la masonería en México, como en todas partes, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena".