CUERNAVACA, MOR.- El gran saxofonista Charlie Parker es objeto de culto para los aficionados al jazz. Su música y biografía son tan seductoras que el escritor argentino Julio Cortázar escribió El perseguidor a partir de la historia del fantástico músico, muerto a los 35 años víctima de sus adicciones y de vivir la vida entre la desesperación y el éxito.

Llegar a los 85 años de edad se dice fácil, pero mantenerse con la jovialidad artística y las mil y un bullanguerías de un tremendo artista, como es El gran Fellove, habla de una magia suprema que sólo Changó podría revelar para los coloridos mundos de la santería yorubá.

Con la suerte por delante, se encuentra Andrea Martínez Crowther, pues su ópera prima Cosas insignificantes "no se quedará en el baúl de los recuerdos", exalta.