La intranquilidad retornó a Puerto Vallarta. El motivo: grupos armados pertenecientes a organizaciones de narcotraficantes comenzaron a operar también en este centro turístico y, como ocurrió el pasado 22 de mayo, dejan su cuota de balas a costa de la tranquilidad de los vallartenses y del turismo. Sin embargo, para el presidente municipal de Vallarta, Francisco Javier Bravo Carbajal, estos hechos violentos son sólo «eventos aislados».

Entronizado por el poder militar como gobernante y sin llegar aún al primer tercio de su mandato, Felipe Calderón enfrenta una de las peores encrucijadas de la principal acción por la que se le reconoce dentro y fuera del país: su guerra contra las drogas y el crimen organizado.