Las marchas y plantones, y en general las movilizaciones de protesta política que se realizan en la Ciudad de México contra la nueva Ley del ISSSTE, están siendo utilizados para atacar al gobierno del Distrito Federal, al que se le exige "que haga cumplir la ley" para no llamar a las cosas por su nombre: que reprima a los inconformes y que, en consecuencia, pague el costo político de "resolver" problemas no originados por la administración capitalina.

Es ya un lugar común que la izquierda se refiera a la derecha como conservadora y retrógrada. Sin embargo, este decir –real en los períodos de la Revolución Francesa y del bolchevismo– se ha vuelto falso.

Una sociedad no puede volverse realmente civilizada –o sea, no puede disfrutar cabalmente de la legalidad y la libertad– si no está impregnada de alguna forma de vida espiritual y moral que, para la inmensa mayoría de los seres humanos, es indisociable de lo religioso.