El Publicista tenía la cabeza rapada, un arete en la oreja, vaqueros rotos y huaraches; y el Político vestía un traje beige Armani, zapatos italianos, una corbata de seda rosa.

El castigo gubernamental a Proceso y a otros medios de información del país mediante el manejo a capricho de la publicidad oficial es uno de los motivos por los que en el Senado de la República se busca crear una ley que regule la publicidad del Estado, como parte de la Ley de Medios que se discute en esa Cámara y complemento de la reforma electoral.

"Algún día una lámpara votiva se levantará en la Plaza de las Tres Culturas en memoria de todos ellos. Otros jóvenes la conservarán encendida".