La compra de la bahía El Tamarindillo realizada presuntamente por la familia presidencial, y dada a conocer por PROCESO, dio lugar a la creación de una subcomisión investigadora de la Cámara de Diputados cuyas indagaciones apuntan cada vez más hacia la injerencia de Los Pinos en las negociaciones. De acuerdo con el informe que prepara la diputada perredista Ana Lilia Guillén, todo parece indicar que la verdadera dueña de la bahía es Martha Sahagún de Fox. La venta, dice la legisladora, fue “un desmedido abuso de poder”, algo que en términos coloquiales sólo puede ser definido como un “agandalle”

En la cúspide de su riqueza ilícita, creada con ayuda oficial en los últimos gobiernos priistas y consolidada con la política laboral del “gobierno del cambio”, el líder de sindicatos al servicio de los patrones, Salvador Gámez Martínez, cayó en manos de la policía capitalina por su “pasatiempo”: el abuso sexual contra menores de edad

La errática conducción política y económica del país tiene muy preocupados a los principales grupos empresariales mexicanos. Aunque muchos de ellos apoyaron al Partido Acción Nacional en el 2000 e impulsaron a Vicente Fox para que llegara a la Presidencia, hoy están decepcionados por la falta de cambios estructurales que les reporten mayores beneficios. Además de haber perdido poder, la clase empresarial se encuentra actualmente dividida y en busca de un candidato presidencial que convenga a sus intereses. He aquí sus preocupaciones