¿Qué hace que entre los dos mayores genios de la historia del futbol medie un abismo tan grande en biografía, manejo de la propia vida, imagen pública, articulación con el dinero y con el poder, y en el uso productivo del cuerpo y el talento?

Los multimillonarios y el oficinista. Un partido de futbol es un espectáculo en el que veintidós multimillonarios se someten al arbitrio de un oficinista. El oficinista es el árbitro, que gana como un maestro de escuela, y los multimillonarios, claro, son los futbolistas.