La supervisión de las relaciones internacionales es inadecuada para el siglo XXI. Para reforzar la gobernanza de las relaciones internacionales se debe racionalizar la interacción entre estados soberanos, modernizar las instituciones multilaterales actuales y crear un órgano de supervisión eficaz.

Mediante un gráfico se ilustra la transformación que ha sufrido el panorama de la ayuda. Los donantes oficiales no han cumplido todos sus compromisos de ayuda, pero están ingresando nuevos donantes al ámbito del desarrollo, lo cual genera riesgos de fragmentación y afectación de la ayuda.

Las crisis financieras de la década de 1890 no se propagaron a los países vecinos, al contrario de lo ocurrido un siglo después. No se sabe a ciencia cierta si las crisis futuras se parecerán más a las del decenio de 1890 o de 1990, pero resulta útil evaluar las consecuencias para la gestión financiera internacional de la posibilidad de que aún puedan producirse contagios entre los países.