El pago de más de 1 millón de pesos al comediante Arath de la Torre por convertirse en su "portavoz publicitario", así como la inversión de 287 mil pesos por la elaboración de un libro inexistente, y otros 125 mil en una memoria de los Juegos Panamericanos, o el desembolso de más de 40 millones de pesos en boletos de avión durante un año, no representan un derroche de recursos públicos, según Franco Carreño, subdirector general de Administración

Confrontados o divididos, pero eufóricos, los tabasqueños esperan que, por fin, el presidente de México sea un hijo de su estado, ya sea Roberto Madrazo Pintado o Andrés Manuel López Obrador, a quien muchos exmadracistas apoyan ahora al punto de no hallarle defectos o lo visualizan ocupando el Palacio Nacional