África subsahariana ha recibido ayuda por un monto de casi US$650.000 millones desde 1960, pero gran parte de esta ayuda no se ha utilizado eficazmente. Esta situación está cambiando, lo que es un buen pronóstico para lograr que la ayuda sea de mejor calidad y más eficaz en el futuro.

En 2005 y 2006, África registró el crecimiento económico más vigoroso en décadas. No obstante, el crecimiento de África sigue siendo inferior al 7% requerido para alcanzar el objetivo de reducir la pobreza a la mitad hacia 2015. Para elevar las condiciones de vida, el continente debería aprovechar mejor su potencial de comercio, lo que exigirá adoptar reformas en muchos frentes.

Los analistas consideran que las economías africanas tienen muchas posibilidades de lograr tasas de crecimiento próximas al 10% y de alcanzar, hacia 2050, el nivel de ingreso de los nuevos países que entran en la Unión Europea. No obstante, para que esto ocurra, África necesita mejorar el entorno empresarial, reforzar la educación y desarrollar infraestructura.