Desde que quitaron a miles de vendedores ambulantes del Centro Histórico de la Ciudad de México, los vecinos y los turistas pueden caminar a sus anchas, aunque no falta aquel que extraña el shopping de productos pirata. Sin embargo, en unos cuantos días ha surgido una nueva tribu en el Primer Cuadro: los toreros, quienes en lugar de banderillas llevan consigo los productos que venden capoteando a la policía.