Artículo:

Las formas redondeadas de los huajes, las manzanas que parecen volar en el espacio de las nubes, la luz que rompe la penumbra al caer sobre el desnudo junto a la ventana, un jarrito tomando el sol en la interminable barda de un cementerio, la muerte de barro a punto de sumergirse en las tuberías del fregadero, adornada sólo por los grifos de agua, son las cosas que dejan de ser sólo cosas cuando se miran a través de la cámara sin lente de Carlos Jurado, alquimista y mago a quien hoy imaginamos a través de sus imágenes en el gran laboratorio de toda una vida en las artes plásticas, en una lucha insaciable contra la curiosidad, abriendo caminos en donde otros ya habían caminado y cuyos pasos habíamos olvidado.

Página:

14

Publicación:

CUARTOSCURO ISSN 14057913

Volúmen:

6

Número:

34

Periodo:

ENERO - FEBRERO 1999

SrcID:

1999-01CUAR.TXT