La orden de aprehensión internacional que giró la Interpol-Francia contra el recién excarcelado Raúl Salinas de Gortari, cuyas partes medulares fueron obtenidas por PROCESO, se fundamenta en graves acusaciones: “Lavado del producto del tráfico de estupefacientes” y participación en operaciones financieras con fondos “entregados a Salinas de Gortari (Raúl) a cambio de la protección que proporcionaba a los transportes de cocaína procedentes de Colombia, organizados en particular por los cárteles de Cali y de Medellín, y por el cártel mexicano llamado del Golfo”. La justicia francesa también le asigna un papel en esa trama financiera al fallecido Enrique Salinas y a su esposa Adriana Lagarde