La privación ilegal de la libertad exprés es uno de los delitos más aterrorizantes y dañinos para la víctima. No sólo se pierde el dinero que los secuestradores obtienen de las tarjetas de crédito, las joyas, el dinero en efectivo y el coche que con frecuencia también se llevan, se pierde también la estabilidad emocional y la seguridad, la confianza y, muchas veces, la cordura. Este crimen prolifera en las zonas de lujo de la ciudad y se ha convertido en un grave problema de seguridad para las autoridades. Aquí un testimonio de este horror