Artículo:

Arte y Televisión

Autor:

David Barro

Resumen:

Una y otra vez se ha hablado de muertes y entierros de la pintura, pero pronto se produjo otro gesto similar significativo: el entierro de un televisor por parte de Wolf Vostell. Sería en el marco del Yam Festival celebrado en Nueva Cork en 1963. El televisor en cuestión fue sepultado “vivo” y envuelto en alambres, es decir, agredido. Las diferencias con el entierro de Malevitch performance póstuma diseñada por el artista, en la que fue sepultado dentro de un féretro futurista

Página:

52

Sección:

Editorial

Publicación:

Lápiz

Número:

213

Periodo:

Mayo 2005

ISSN:

02121700

SrcID:

02121700-2005-05.txt