“Hay más mujeres astronautas que cinefotógrafas”. nos dice Celiana Cárdenas, una de las pocas féminas que ha logrado filmar largometrajes en México, Estados Unidos y Canadá, país donde reside desde hace varios años. Cárdenas no exagera, por ello dedicaremos ésta y la siguiente entrega a la revisión del trabajo y aportaciones de seis audaces y talentosas mujeres, que han logrado salvar numerosos obstáculos para ejercer el oficio que les apasiona: la cinefotografía

Así inició Jaime Avilés su crónica desde Managua, publicada en unomásuno el 11 de junio de 1979. La noche previa, reunidos alrededor de una botella de ron, periodistas mexicanos escucharon la carta de una niña que se iba a la guerra. Las líneas escritas por Idalia fueron inspiración para la crónica “Vamos a matar o morir” de Avilés, quien encontró pronto a su Idalia. Pedro Valtierra lo haría un año después, situado en el momento y lugar indicados, buscando la foto acertada, no por el “instante decisivo” de Cartier-Bresson, sino por la disciplina de observar, controlar cámara, luz, escena y capturar con su lente el momento estudiado que sabía llegaría con sólo dos disparos del obturador