Manera de comunicar el mensaje cristiano que pone de relieve su carácter histórico y experimental, ya que su último punto de referencia es la vida de Jesucristo, y su aplicación o dimensión práctica remite a la vida de los creyentes. Es un método teológico que recupera el interés por las narraciones en que se expresa el núcleo de la fe cristiana; les da importancia a los relatos bíblicos, la hagiografía, el testimonio y la celebración comunitaria, a los que considera "lugares teológicos".