Nota de alcance: Convocado por el Papa Eugenio IV con el objetivo de buscar la pacificación de conflictos entre Francia e Inglaterra y entre los reinos ibéricos. Tuvo un accidentado desarrollo en tres etapas y objetivos cambiantes: 1) La fase inicial en Basilea, Suiza (1431-33), se impregnó de la doctrina del conciliarismo, que consideraba el Concilio Ecuménico como la autoridad suprema de la Iglesia, por encima del Papa; 2) En Ferrara (1438) y en Florencia, Italia (1439) fue tratado el tema de la reunificación de la Iglesia Católica con las Iglesias Ortodoxas; 3) Dos sesiones en Roma (1444 y 1445), período durante el que se unieron nuevas iglesias orientales. Aunque se alcanzó la unificación, el acuerdo sería disuelto por la Iglesia griega en 1479.