Una teología de la historia tiene su punto de partida en el carácter histórico de la divina revelación como acontecimiento gratuito de parte de Dios, que produce reales novedades históricas y promete un futuro. Con base en sus fuentes específicas, comprende la historia del mundo a partir de la historia de la salvación.
Nota de alcance: Ver desarrollo bajo Teología (Corrientes) en el Tesauro de Religión.