Asamblea celebrada por la Iglesia con carácter general a la que son convocados los obispos y otros teólogos, bajo la presidencia del Papa o sus legados, para deliberar o decidir de manera colegiada sobre las materias doctrinales y de disciplina. Los decretos emanados del Concilio Ecuménico, con la aprobación papal, obligan a toda la Iglesia.