Período iniciado con el regreso de la sede pontificia de Aviñón a Roma y la elección del arzobispo de Bari como Papa Urbano VI. Los cardenales franceses consideraron inválida la elección y nombraron consecuentemente a Clemente VII, primer antipapa del Cisma.
Nota de alcance: Esta situación de una Iglesia bicéfala -incluso tricéfala a partir de 1409, cuando el Concilio de Pisa nombró a Alejandro V como Papa- se prolongó hasta 1417. La división terminó gracias al Concilio de Constanza y la elección del Papa Martín V, quien restableció la unidad de la Iglesia. Ver desarrollo bajo Iglesia - Historia - Siglo XIV.