Corriente pictórica y escultórica que, entre 1907 y 1914, marca el tránsito definitivo entre el arte precedente y el moderno, renunciando a la perspectiva renacentista, mediante la utilización de figuras geométricas fragmentadas que ofrecen, en una misma superficie, la visión desde todos los puntos de vista posibles. El cubismo sentó las bases del arte abstracto.